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Diez reglas de oro para ver los partidos de tus peques
¿Es tan irreal esa imagen que vemos en las películas, de padres que insultan o se exaltan demasiado viendo jugar a sus hijos?
Si has presenciado alguna vez uno de estos partidos, sabes que no. Que la compostura se puede perder ante una mala jugada, ante una falta, ante una decisión arbitral que no favorece al equipo del niño. Pero, ¿qué ejemplo les estamos dando si actuamos así?
Aquí te dejamos diez reglas para padres que ven jugar a sus hijos (o a sus hijas, por supuesto), reglas para padres «deportivos» o madres «deportivas» que siguen dando ejemplo a sus pequeños desde la grada, pase lo que pase en el terreno de juego.
Están puestas en boca de los propios niños y como vemos algunas son normas básicas de respeto y convivencia, con los niños y con los demás:
- No me grites en público.
- No le grites al entrenador.
- No menosprecies al árbitro.
- No menosprecies a mis compañeros.
- No pierdas la calma.
- Ríe y diviértete viéndome jugar.
- No me des lecciones después del partido.
- No te olvides de que es solamente un juego.
- Piensa que siempre lo haré lo mejor que pueda.
- Con tu apoyo seré feliz.
Creo que los puntos finales son básicos, aunque a veces los perdamos de vista. Porque una de las claves de la motivación del niño, de que disfrute del deporte de manera saludable, es que creamos en ellos y que los apoyemos.
Y tú, ¿te consideras un padre deportivo o antideportivo? ¿Procuras controlar las emociones en los partidos o sale de ti ese hincha desaforado? Tal vez sea buen momento para poner en práctica estas diez reglas para padres que ven jugar a sus hijos… Porque con educación, se educa.
15 cosas que deberías hacer con tus hijos
1. Practica la equidad
Divide los deberes de la casa con tu hijo, con esto le ayudarás a que sepa el esfuerzo que haces con la limpieza de la casa, dándole responsabilidades simples como recoger sus juguetes, o limpiar algo que haya tirado. Es importante que un hombre vea como algo natural realizar labores domesticas: no tiene nada de malo.
2. Juega con él
Mamá también puede compartir con su hijo actividades “de hombres” como jugar futbol, a los carritos o luchas. Cuando tu hijo es más pequeño, el juego se da de diversas maneras y resulta natural: sólo debes prestarle atención y disfrutar su compañía.
3. Apoya a su equipo favorito
Si no tienes mucho gusto por los deportes, con el simple hecho de saber que lo apoyas, él sentirá tu cercanía y se unirá más contigo. Un equipo puede incluir a cualquier grupo del que tu hijo forme parte y que sea importante para él.
4. Deja que elija su corte de cabello
Hazlo saber que respetas su individualidad conforme crezca y desee tomar decisiones acerca de su ropa, su corte de pelo y otros gustos. No se trata de perder tu autoridad sino de crear un vínculo de apoyo y confianza que beneficiará su autoestima.
5. Vistan igual
Cuando crezca no querrá hacerlo, pero mientras eso ocurre, disfruta de esa complicidad. Vestirse con prendas similares tiene algo de divertido y especial.
6. Enséñale cosas nuevas
Explícale lo que no conoce. Responde a sus dudas y llama a cada cosa por su nombre. Una madre puede perfectamente motivar su gusto por la lectura, ayudarle con las tareas, contarle historias y mucho más.
7. Tengan un día especial juntos
Puede ser un día a la semana en el que salgan únicamente los dos y hagan cosas diferentes a las cotidianas. La prioridad es divertirse, crear momentos que él recordará siempre.
8. Abrázalo, bésalo y dile lo mucho que lo amas
Expresarle tu afecto le da seguridad y formará su personalidad. Dile que puede expresar su amor de una forma sincera. No es malo decir lo que sentimos, y tu hijo tendrá confianza al hacerlo.
9. Enséñale que llorar es bueno
Nunca le digas que los niños no lloran: es una visión machista. Un hombre también puede y debe llorar cuando lo necesite. No reprimas su sensibilidad, pues le crearás frustración.
10. Platica con él
Habla diario con él. Pregúntale cómo ha sido su día, cómo se siente… Lo hará ser un hombre expresivo y seguro de sí mismo.
11. Enséñale a cocinar
Si sabe cocinar, podrá ser capaz de servirse por sí mismo. Lo hace independiente, igual que poder realizar muchas tareas del hogar.
12. Cuéntale secretos
Compartir algunas cosas personales sólo contigo le permite saber que en cualquier situación puede recurrir a ti. Si él sabe tus secretos, tú podrás conocer los suyos.
13. Respeta su privacidad y su espacio
Habrá ocasiones en que quiera alejarse de ti: no se lo niegues, está tratando de ser independiente. Esto no quiere decir que te haya dejado de querer, únicamente está creciendo y al igual que tú, necesita su espacio.
14. Enséñale modales
Enseña siempre a decir con permiso, por favor y gracias: revelan aspectos fundamentales de su persona que le darán una ventaja en su trato social. Ser un hombre caballeroso le abrirá muchas puertas en un futuro.
15. Déjalo tener libertad
Darle libertad no significa que lo dejes hacer cosas malas. Déjalo escoger y así se irá conociendo a sí mismo. Tú podrás conocerlo también. Sabrá las cosas que le gustan. Será más responsable.
Cómo detectar si tu hijo sufre bullying en el colegio
El bullying es una forma de maltrato entre iguales. Bullying, acoso escolar, hostigamiento escolar, son todo términos que denominan cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares de forma reiterada durante un tiempo determinado.
¿ES COMÚN EL BULLYING EN LOS COLEGIOS?
Cada vez es más frecuente encontrarse en las aulas casos de bullying. Normalmente este tipo de acoso se empieza a ver en las aulas de primaria, pero desde las aulas de infantil, donde los pequeños tienen de 3 a 6 años, es donde se tiene que empezar a trabajar en la prevención de estos maltratos.
Tanto colegios, maestros y padres tenemos la obligación de informarnos sobre lo que está ocurriendo hoy en día, y así poder prevenirlo, o saber actuar en el caso en el que nuestro hijo pueda ser la víctima, o el acosador.
DISTINTOS TIPOS DE BULLYING
Se han realizado diversos estudios sobre los distintos tipos de maltrato entre iguales. Estudios como los de Ortega y Mora-Merchan (2009), Díaz-Aguado (1996), OMS (2002), yRigby (1996), entre otros. De todos los estudios podemos analizar las distintas formas en las que puede presentarse el bullying, se distinguen cinco tipos:
· Agresión verbal: Con insultos o con motes que aíslan socialmente a la víctima, la desprestigian, y ésta se siente sola y con muy baja autoestima frente a los demás compañeros que la rechazan a causa de su maltratador.
· Agresión social: Se margina a la víctima dentro del grupo clase. No se le deja intervenir en clase, o participar en actividades, organizar eventos, etc. Puede ser que este tipo de acoso sea difícil de detectar, pues los maestros pueden pensar que es la personalidad de la víctima que tiene dificultad para relacionarse socialmente, pero es posible que sea un caso de bullying. Las víctimas de este tipo de agresión son víctimas de carácter tímido, introvertido.
· Agresión psicológica: En este tipo de agresión se burlan continuamente de la víctima, la humillan e infravaloran. Por lo que la víctima se siente muy insegura y sufre miedo. Su autoestima es muy baja o nula a causa de este maltrato.
· Agresión física directa: Recibir golpes, empujones, collejas, o agresiones físicas colectivas, palizas en grupo.
· Agresión física indirecta: Roban objetos de la víctima, material escolar, rompen su abrigo, mochila, se lo esconden, etc.
¿CÓMO SÉ SI MI HIJO ES VÍCTIMA DE BULLYING?
Desde edades tempranas debemos educar a nuestros hijos en los valores del respeto, la amistad, la no agresión y la confianza, para poder hablar siempre de todos los temas, expresar sus sentimientos, sus dudas, sus miedos, o cualquier cosa que les pueda suceder. Si acuden al seno familiar los padres podrán actuar, si no recurren a nosotros, difícilmente podremos detectar que están siendo víctima de bullying.
A veces las víctimas sufren tanto miedo que no se atreven a contarlo en casa. O se avergüenzan de ello. Pero sí podemos observar ciertas conductas o comportamientos que pueden ser las señales de que algo no marcha bien en el colegio.
Conductas que nos indican que nuestro hijo sufre bullying escolar
– No quiere ir al colegio y falta a clase, cosas que nunca antes habían sucedido.
– Siempre sale el último del colegio, pues se espera para salir solo.
– Cambia sus rutas de casa a la escuela, y de la escuela a casa, cuando antes siempre tomaba el mismo camino.
– En casa oculta el problema, casi no habla del colegio.
– Muestra dolor físico, llora.
– Se le ve triste, y detectamos cambios de humor.
– Muestra ira o rabia.
– Parece que se muestre más infantil.
– Pesadillas, pérdida de apetito, enuresis, vómitos.
– Puede fingir enfermedades o malestar para evitar ir a clase.
– Estado de ansiedad, nerviosismo, podrían desencadenar ataques de pánico.
– Baja autoestima.
– Pasa más tiempo en casa que antes, ya no sale a jugar con sus amigos.
– Busca amigos de menor edad. Pues con ellos se siente seguro.
– Empieza gradualmente a bajar su rendimiento escolar.
– Pierde el interés por estudiar, trabajos o deberes escolares.
– Nos pide dinero sin decir para qué lo necesita, cuando nunca antes lo hacía.
– Hace los trabajos o deberes de otros.
– Presenta señales de agresión física y al preguntarle qué ha ocurrido se pone agresivo, nervioso, no responde con naturalidad y miente.
– Le suelen faltar objetos personales escolares, lápices, carpeta, libros, siempre dice que los ha perdido o descuidado.
Y… SI NUESTRO HIJO ES EL RESPONSABLE DEL BULLYING
Cuando hablamos de bullying siempre se hablan de víctimas, de los padres o familiares de las víctimas, y de las secuelas de éstos. Pero ¿qué ocurre si mi hijo es el agresor?, ¿cómo puedo saber que mi hijo maltrata o agrede?
Detrás de un agresor también hay una familia, unos padres, abuelos, hermanos. Para saber si nuestro hijo es el responsable o participa en algún tipo de acoso escolar debemos también estar muy atentos a su comportamiento, aunque no es fácil detectarlo pues suelen esconderlo muy bien, para no ser descubiertos.
Conductas que nos indican que nuestro hijo es el agresor
– Tiene comportamientos agresivos o impulsivos con miembros de la familia.
– En los juegos vemos que se enfada con mucha facilidad si pierde.
– Encontramos entre sus cosas objetos que no son suyos.
– Vemos como se muestra enfadado, cambios de humor con agresividad, tono alto al hablar.
– Se muestra muy intolerante en casa.
– Insulta o se burla de la familia, o de personajes de la tele.
– Gasta bromas muy desagradables.
– Se muestra insatisfecho, siempre quiere más.
– Su rendimiento escolar suele ser bajo.
– Frecuentemente nos llaman del colegio pues se ve involucrado en conflictos.
– No controla sus reacciones si se le niega una cosa, o se le impone un determinado horario.
– Desde el colegio nos advierten de un cambio de actitud.
¿DÓNDE DEBEMOS ACUDIR SI MI HIJO ES VÍCTIMA O CULPABLE DE BULLYING?
Si evidenciamos estos o algunos de estos cambios en nuestros hijos pre-adolescentes o adolescentes, debemos acudir al colegio, hablar con la tutora o directora. Ellas nos podrán ayudar a buscar un profesional que nos de unas pautas para solucionar el conflicto.
En muchos casos de bullying las profesoras son las que lo solucionan desde el colegio, pues no son por fortuna casos muy graves. Debemos siempre mantener una relación de confianza con la escuela, y en cualquier caso poder contar con su apoyo, para poder ayudar a nuestros hijos, y educarlos en la no agresión, en la amistad, en la tolerancia, el respeto, para que sean adultos responsables y libres.
El primer día de escuela
El primer día de escuela es para todos, un momento cargado de emociones. Y los adultos somos los responsables de hacer que este momento sea doloroso y difícil, o formativo y fácil.
Estos son algunos puntos prácticos para tomar en cuenta:
- Resuelve todas tus dudas e informate acerca de la dinámica de la escuela. Hasta que te sientas seguro del lugar y las personas con quienes dejaras a tu hijo(a).
- Haz una pausa y reconoce los sentimientos y emociones que te genera esta desición. Emoción, angustia, miedo, desconfianza, felicidad, alegria, liberacion, enojo, etc. Cuando tu reconoces tus sentimientos te haces responsable de ellos y liberas a tu hijo de estos, dejando que él viva sus propias emociones, sensaciones y sentimientos.
- Involucra al niño(a) en algunos de los preparativos previos, como comprar el material, el uniforme, etc.
- Dale una explicacion breve de lo que va a suceder, por ejemplo: – Mañana, vas a ir a la escuela, te quedaras con tu maestra, vas a trabajar un ratito con ella, y a las 12 yo regreso por ti- recuerda que los niños tienen derecho a que se les hable con la verdad. Además su nocion del tiempo es diferente a la del adulto. No anticipes demasiado, puede generar angustia en el/ella.
- El primer dia de escuela, toma el tiempo suficiente para no salir con prisa, lo mas tranquilos posible.
- Al momento de dejarlo haz una despedida clara y breve. De acuerdo a sus costumbres. Por ejemplo: -¡Es momento de quedarte, recuerda que te quiero, regreso en tres horas por ti!-(un beso)
- Si tu hijo llora, reconoce su sentimiento, puedes contenerlo con un abrazo por un momento, y afirmale que va a estar bien. Por ejemplo: -¡entiendo que tengas ganas de llorar, vas a estar muy bien aquí!- El adulto debe acompañar con su empatía, sin juzgarlo. Y sin decirle frases que lo confundan como: “no estes triste” o contradictorias como: “no llores” o “no pasa nada”. Y no trates de distraerlo o irte a escondidas. Recuerda que los sentimientos no son buenos ni malos, lo importante es aprender a identificarlos y manejarlos. Es decir, puedes sentir enojo, pero no debes pegar. Puedes sentir tristeza, pero no debes hacer un berrinche.
- Mientras tu hijo esta en la escuela trae a tu mente sensaciones positivas de como te gustaria que el se encuentre en ese momento. Contento, divertido, tranquilo, etc. Se puntual al regresar por el. Esto le dara seguridad y confianza.
- Reestablece al llegar a casa con tiempo exclusivo, por ejemplo: leer un cuento a la hora de acostarse, apapachando o jugando con el sin interripciones. Es como recargar la pila para el dia siguiente.
El lazo afectivo que forman los niños con sus padres y con su familia, son los primeros vínculos emocionales que se establecen a temprana edad. El apego que se muestra en el primer día en la escuela es sano porque demuestra la capacidad que tiene el niño de vincularse. Ahora podrá ser capaz de crear lazos con otras personas ajenas; maestros, amigos y compañeros, mismos que son necesarios para la socialización del ser humano.
12 Tips para calmar a nuestros hijos en momentos de enojo extremo
Cuando nos llaman del colegio o del jardín para decirnos que nuestro hijo tuvo un acto de agresividad, nos baja una angustia terrible, nos sentimos culpables y frustrados como padres, y no sabemos cómo manejar la situación.
La mayoría de las veces no reaccionamos de una manera efectiva y nos quedamos en la justificación de los hechos, porque, “como padres, no nos gusta ver que nuestros hijos vivan emociones que parecen hacerlos sentir incómodos, o que a nosotros mismos nos incomodan. Por esto, tendemos a tratar de evitarlas, o tratar de “se les pasen” lo más rápido posible. Para esto usamos diferentes estrategias. Lo que no sabemos es que muchas de estas estrategias pueden llevar a que nuestros hijos no sepan lidiar con sus propias emociones en el futuro a corto y largo plazo, dice Lenka Kegevic, quién es Psicóloga de la UC, Directora Criando Positivo y realiza Asesorías a padres en temas de maternidad y crianza.
Por esta razón es importante reaccionar de una manera efectiva para poder lidiar con esta situación de la mejor manera. “Como sociedad tendemos a negar y evitar las emociones que nos parecen incómodas. A veces proyectamos nuestra propia incomodidad en las vivencias de los niños, y los retamos cuando lloran, o minimizamos la causa de la rabia, o anulamos y cambiamos de tema. Con estos comportamientos estamos trasmitiendo que esas emociones no son válidas, o no son aceptadas. Y ¿cuál es el problema? Que los niños, y nosotros, sentimos emociones placenteras, pero también sentimos las displacenteras. Y no las sentimos por elección, simplemente las sentimos. Por lo tanto, debemos asumirlas como emociones tan válidas como la alegría”, nos cuenta Lenka Kegevic,
¿Qué hacer cuando los hijos están en momentos de rabia?
La agresividad es una fuerza interna que surge de nosotros para dar respuesta a diferentes situaciones que nos molestan e incomodan, nos producen tensión, y enojo. La Directora de Criando Positivo nos entrega 12 tips para que nuestros hijos puedan controlar de la mejor manera esa sensación de frustración ¡Pon atención!
- Mantener la calma nosotros: Los adultos: Nuestra propia incomodidad frente a la rabia de nuestros hijos no nos va a ayudar a acompañar a nuestros hijos a transitar por este estado emocional. Entonces, debemos intentar, por un lado, dejar nuestras emociones de lado para enfocarnos en el niño, y por el otro lado, aplicar el consejo que viene a continuación.
- Comprender que la rabia es una emoción: Tal como la alegría, la pena, la sorpresa, el miedo, el enojo, la vergüenza, entre otras. Se trata de una emoción que nos hace sentir incómodos, o una emoción de disforia y por eso queremos que nuestros hijos no la sientan, o la sientan lo menos posible. Pero si la vemos con una emoción más, comprendemos que todas las emociones son válidas, que no hay emociones malas, por lo tanto, merece ser sentida. Si proyectamos, la rabia es una emoción que eventualmente va a sentir. Todos sentimos rabia en algún momento de nuestra vida, por lo que es mejor que la conozcan y entiendan lo que les está pasando desde chicos.
- No enganchar: No va a dejar de sentir rabia porque nosotros le digamos que ya basta, lo retemos, o consideremos que no es para tanto. Con esto, sólo lograremos que no se sienta cómodo con lo que está sintiendo. Porque nos guste o no, siente rabia y no puede evitarlo.
- Las emociones no se eligen: Simplemente se sienten. Por lo tanto, solo nos queda empatizar con ellas.
- Ver de dónde viene la rabia: Podremos contener y empatizar mejor si es que conocemos lo que provoca: ¿”te dio rabia que tu amigo no te diera de sus dulces?” “Al parecer te dio rabia que ese niño te pegara, aunque haya sido sin querer…”
- Etiquetar la emoción: Esto quiere decir ponerle un nombre a lo que está sintiendo el niño: eso que estas sintiendo se llama rabia. Podemos complementar contándoles que nosotros también hemos sentido rabia, y podemos ejemplificar alguna situación. El paso de etiquetar y nombrar la emoción, junto con la empatía y aceptación de ésta, es fundamental para que los niños comprendan y se familiaricen con su propio mundo emocional. Conozcan lo que sientan y comiencen a identificar, ellos y nosotros, qué gatilla estas emociones. Hay quienes sienten rabia cuando no logran lo que quieren, otros cuando se les dice que no, otras en ambas, otras en ninguna.
- Presentarnos como un espacio de contención: Cuando no juzgamos la emoción, podemos acoger a nuestro hijo en lo que está sintiendo. Mostrarnos como un espacio seguro al que puede recurrir cuando emociones intensas e incómodas aparezcan. Destaco dos elementos en este consejo: espacio seguro, es decir en el que el niño se sienta fuera de peligro; y de contención: donde se acepte lo que siente ¿“Quieres un abrazo?” ¿“Te acompaño mientras me necesites”?
- Enseñar estrategias de calma, luego de empatizar y etiquetar: Frasco de la calma, música, respiraciones o incluso distracciones. Los abrazos también sirven para este propósito.
- Comprender nosotros y trasmitir a los niños, que las emociones son transitorias: Aún cuando sintamos que esta rabia la vamos a tener por siempre, esto no es así. Eventualmente bajara de intensidad o dejaremos de sentirla.
- Nuestro rol es acompañar estos estados: Ayudarlos a transitar por estas emociones de manera que puedan resolverlas de forma constructiva y comprendan su propio mundo emocional. Mientras más acompañemos a nuestros hijos, empatizando con la emoción y etiquetándola, menos tiempo pasarán nuestros hijos en estados emocionales displacenteros. La rabia, como dije antes, es una emoción más, que va a sentir muchas veces en la vida. No hay que negarla, hay que aprender a gestionar los comportamientos asociados a ella. Todas las emociones son válidas y bienvenidas. Todas tienen su rol en el desarrollo y el crecimiento. Si las negamos cuando los niños son pequeños, cuando vayan creciendo no sabrán qué les ocurre ni qué hacer con lo que sienten o se juzgarán duramente por sentir lo que no les han permitido sentir. No tendrán estrategias adaptativas para gestionar su rabia.
- La emoción no se elige, pero el comportamiento sí: Hacer todo lo anterior no quiere decir que los niños pueden hacer lo que quieran al amparo de que sienten rabia. Cuando es necesario, debemos limitar la acción, aún cuando comprendamos de dónde viene. ¿“Parece que te dio rabia que ese niño te pegara? Aunque fuera sin querer. Pero no está bien que le hayas pegado tu después”.
- Aprendamos a lidiar con nuestra propia rabia: No hay mejor enseñanza de los padres que la que se da a través del modelaje, es decir, de lo que somos y de lo que hacemos. Si nosotros explotamos a gritos cada vez que sentimos rabia, sin explicación, es altamente probable que, aunque hagamos todo lo anterior, nuestros niños repitan lo que ven en nosotros.
Por lo tanto, la invitación es primero a mirar nuestra relación con la rabia, y con las emociones que no nos parecen del todo cómodas a la par de intentar apoyar a nuestros hijos
Totalplay anuncia su servicio de streaming de videojuegos
Contará con 30 juegos y formará parte de la cuota mensual de su servicio base.
Totalplay anunció el lanzamiento de su servicio de streaming de videojuegos para México, el cual permitirá jugar un catalogo de 30 juegos, los cuales se irán renovando de manera periódica, eliminando y añadiendo dos títulos cada mes.
Se podrán contratar dos paquetes: Familiar y Maduro, el primero traerá obras para todo el público, mientras que el otro apunta a personas mayores de 18 años; cada uno con un costo de 159 pesos mensuales. Antes de adquirir alguno de los paquetes, se permitirá al usuario probar los juegos durante 10 minutos.
Para acceder a la galería, se liberará un ícono especial que nos permitirá correr los interactivos. La calidad de estos y desempeño dependerá de nuestra conexión; asimismo, se lanzarán un control especial, aunque contará con soporte para mandos de PlayStation y Xbox.
El servicio será lanzado el próximo 1o de septiembre de 2016.